Cuando la duda nos alcanza, no podemos ver de forma clara lo que está sucediendo ante nosotros. Cuando una persona cercana decide elevarse podemos pensar ¿Pero entonces qué sentido tiene la vida? ¿Cómo es que la muerte puede arrebatarnos de esa manera a las personas que más queremos?

Sin embargo, no estamos despiertos para apreciar el tiempo valioso que tenemos; los sabios suelen decir que aquel que no se preocupa por la muerte, solamente muere una vez, pero el que vive preocupado por ella, muere todos los días. 

En ese sentido, ante las pérdidas, iniciamos un nuevo viaje, un proceso de aprender cómo vivir sin algo que antes considerábamos indispensable, desde la muerte de un ser querido, la ruptura de una relación o cualquier tipo de pérdida que tengamos que vivir. 

¿Pero de qué sirve esa pérdida? Nos da la oportunidad de superar un desafío más desde la sanación, pero sanar un duelo es vivirlo a través de un proceso que tenga utilidad.  Para esto sirve nuestra lectura de conexión espiritual, en donde conectaremos con la energía de esa persona y le preguntaremos su razón de la partida, ¿Qué nos deja a nosotros? ¿Cómo quiere que le recordemos? ¿Cómo nos ven en éste momento? ¿Qué mensaje quieren darnos? y finalmente ¿Qué es lo que necesitan de nosotros?

Recibiendo este mensaje, vamos a poder cerrar el ciclo, dándonos cuenta de qué es lo que ha sucedido, asimilarlo de una mejor manera, y con ello, poder trabajar desde la consciencia más elevada, paso a paso, para poder sanar ese dolor.